septiembre 26, 2013

AMANTES CLANDESTINOS



Dos amantes a escondidas.
Una historia de besos, efluvios...
Se envuelven cuerpos libres,
Penurias y deleite, inmensas horas.
Aumenta el gozo de la recitación.
Sin prisa engarza la tierra deseada.
Baja del monte, al manantial, para colmar su sed de querer,
las ganas de iniciar de nuevo.
Mientras fecunda vuelo, arde en lunas.
Crisol sedoso que alimenta,
abriendo las cúspides no escritas.
Fantasía cósmica, poros escrutados.
Nada salvo el tiempo se pone en medio.
Lactan sabia, su placer.
Se besan. Fusión sensual.
Un baile que llega a penetrar rincones virginales.
Sabrosos dolores dejan marcas en su piel,
las huellas de su paso o del sello del placer que nunca borrará.
Y abrigados, piel a piel alimentan con sus flujos el deseo.
Esa epidermis que arde y enciende en suspiros para besar su capullo hecho granada, crecida para sus juegos.
No es sólo sexo sino deseo, amor lo que sus poros reclaman.
Saciar la sed despertada, del amante que desea.
Ser el hondo pistilo en este amor.
Ostra en flor, albergue de estambre.
Con ternura descubre los caminos, nuevas rutas.
Pasea, Eros sucumbe a sus pies.
Tumbada de éxtasis no se contiene.

Su amante entrega. Ella florece.