visita a la Feria Internacional del Libro de Lima
por Armando Q.
país: Perú
Blog Papeles Olvidados
A pocos pasos del Hospital en
donde nací, se levanta cual señor pomposo, la #FilLima2014 (19° Feria
Internacional del Libro de Lima). Cuando comienzo a caminar, la nostalgia llega
a tocar mi corazón sediento de letras, y es cuando el frío de mi Lima querida,
me dice que estoy cerca. Es cuando me doy cuenta, que así pasen los años, las
letras me llaman, me hablan al oído, y despreocupadamente, obviando el frío, me
sumerjo en un mundo conocido. Un año mas visitare los estantes, después de
muchos planes truncados, por el tiempo y el trabajo, las estantes de libros,
Internacionales, Nacionales, y de aquellos que por la economía, son también asediados
por sedientos lectores, las populares “oferta dos por diez soles” o “llévese un
libro a solo cinco soles”. Soy un extraño en medio de tanta gente, una persona más,
en el mar de gente, que al pasar los minutos, y después de haber pagado el
derecho de ingreso, la corriente me lleva. Me entrego a ella, en son de
aventura. Sobre parando, cuando un titulo o un autor conocido por mi poca
experiencia, aun a sabiendas que será solo una parada de mas o menos quince minutos,
con sed de aventura, leo con gusto el prologo o las dedicatorias, por último y no menos importante, las recomendaciones por periódicos emblemáticos y de
autores, que al gusto de haber leído la obra antes que yo, se sienten con el
deber de invitarnos a nosotros los lectores, a leer de la magnifica prosa del
autor escogido de entre tantos. Pero luego de unos minutos, me interesé en los
rostros, en aquellas personas que por algún momento, se sintieron con ganas de
visitar la feria, con otro propósito, con la suma paciencia del caso, me olvide
por un momento de los libros, y me dedique a ver rostros, expresiones,
sonrisas, me fijé bien, en las personas que seguían cambiando de gestos, que seguían
la marea, pero algunos con otros planes, personas que llegan en pareja, y otros
en grupo. La curiosidad pudo mas, y seguí observando, con el pasar de los
minutos, algunos solo paseaban, olvidándose del propósito del mismo evento. Incentivar,
acoger a la gente con el manto blanco de las hojas, llenando aquel vacío que
los limeños olvidamos con el pasar del tiempo. La lectura. Triste, recordé mi
itinerario, estaba a punto de irme, y nuevamente, los precios que ahora fluctúan
entre autores, editoriales y muchos otros, desaniman a cualquiera. Que si por algún
momento creí en gastar unos soles, en alguna obra que por recomendación, recordé
en aquel momento, se vino a bajo mis planes, cuando de aquellas hojas, marcado con tinta indeleble, los dos dígitos, desplomaban mis planes,
despertando, desprevenido, nostálgico, decidí entonces, encontrar la solución a
mi dilema, preguntando entonces que puede hacer uno, con esta sed, y que puede
hacer uno contra los precios exuberantes, dije por entonces, que encontraría una
solución, ya que hay títulos que me fueron interesantes, y hay otros, que por
respeto al autor, decidí mejor dedicar mi presupuesto a encontrar mejores
opciones, había olvidado que no precisamente, por ser una feria, no debe uno
pensar que será mas barato.