febrero 26, 2015

TIEMPO

El tiempo cubrió con un manto

los recuerdos que creía en el olvido.
Me invitó a unirme a su dolor,
emocionando mis sentidos.
Lento y cruel pasó,
añorando la libertad negada.
Su rencor el mío fue
como una muerte inmaculada.
En silencio y calma procesaba,
desbordando mis estancias.
Reclamando quien fue,
lamentando quien es.
llorando lo perdido,
reviviendo lo vivido.
Suspiraba y lloraba,
se paraba y retenía,
no llegaba, se perdía.
Creaba y destruía,
luchaba y fluía.
Lo olvidaba, se iba y venía.
Ahora no hay tiempo que agonía,
es su final, el tiempo muerto.
A mi tiempo se le escaparon las alas,
se perdieron en letanías.
Pasando sin pensarlo,
olvidando olvidaba
que es la propia vida la que anda...